Familia Telerín

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viernes, 16 de mayo de 2014

Trinomía 21

El Síndrome de Down es una alteración o deficiencia mental congénita que está causada por la presencia de un cromosoma 21 extra, y su causa es genética, por lo que no es considerada una enfermedad.

Las personas que tienen Síndrome de Down tienen una serie de rasgos que les caracterizan fácilmente. Éstas son:

- Cara redondeada.
- Boca entre abierta.
- Labios y lengua voluminosa y profusa.
- Ojos pequeños.
- Miembros y tono muscular pequeños y pobres.



Además, en cuanto a la actitud o personalidad de las personas que tienen éste Síndrome, puede ser a veces agresiva, o tener un comportamiento inadecuado debido a:

- Cuando requieren de atención de un adulto.
- Cuando saben que están haciendo las cosas mal.
- Cuando están cansados o aburridos.
- O por querer ser el protagonista del grupo.

En cuanto a su desarrollo social y emocional, sufren dificultades como, frustrarse fácilmente, no asimilar bien el aprendizaje y tener una capacidad de concentración más corta. Ésto hace que puedan tardar más tiempo en aprender reglas sociales como compartir, cooperar, trabajar en equipo, etc.

En lo que respecta a cómo lidiar con estos niños, los educadores y los padres deberán dar explicaciones e instrucciones reforzadas visualmente, y utilizar un lenguaje sencillo.

Es necesario que para su integración se les anime a participar en las actividades de grupo, asegurándose de que ellos participen en todas las actividades, permitiendo así crear comportamientos adecuados y asociados al grupo.

Con el fin de que desarrollen un comportamiento adecuado, los educadores y los padres deberán enseñarles reglas básicas de la escuela y de clase, y no excluirlos del resto de niños.

El niño deberá aprender de sus propios errores y será importante animarles para que lleguen a ser alumnos independientes. Por ese motivo, el papel del educador y de los padres es la base de su crecimiento.

Personalmente, opinamos que los niños con Síndrome de Down son niños capaces de aprender igual que el resto de niños, y no por tener esta afección se les debe excluir del resto. 



Por ello, pensamos que la gente debe concienciarse que no son personas inferiores al resto. Más bien al revés, ya que en muchas ocasiones nos dan lecciones con una claridad que una persona sin éste Síndrome no sería capaz de expresar con tanta claridad. Prueba de ellos es el caso de Pablo Pineda, un chico con Síndrome de Down que ha terminado la carrera de Magisterio, y que además, por el camino, ha debido concienciar a la gente de su alrededor de que era capaz de conseguirlo como cualquier otro.


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